Anoche, el presidente Albero Fernández, anunció el aislamiento social obligatorio en todo el país, hasta el martes 31 de marzo inclusive.
Esta medida, que se implementó a partir de la 0 hora de hoy viernes, tiene como objetivo, ponerle un freno al avance del coronavirus, que hasta ayer se contabilizaban 128 infectados, de los cuales 3 fallecieron.
El DNU conto con el apoyo todos los gobernadores de la Argentina que, en su mayoría, estuvieron presentes en la Quinta de Olivos, en una reunión que se llevó a cabo para conocer los motivos de la decisión del Gobierno. Vilma Ibarra, la secretaria de Legal y Técnica, fue la encargada de redactar el decreto.
Lo gobernadores que estuvieron presentes en la Quinta de Olivo fueron: Horacio Rodríguez Larreta y los gobernadores Jorge Capitanich (Chaco), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Valdés (Corrientes), Juan Schiaretti (Córdoba), Mariano Arcioni (Chubut), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Omar Perotti (Santa Fe), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Arabela Carreras (Río Negro) y Omar Gutiérrez (Neuquén).
En el anuncio, el primer mandatario dijo que “Hicimos mucho esfuerzo para que la gente comprenda que se tenía que aislar. Suspendimos las clases, promovimos el trabajo a distancia, dictamos asuetos administrativos. Y sin embargo seguimos teniendo problemas de gente que no entiende que no se puede circular porque expone al otro”.
Además comunicó que la medida regirá a partir de las “0 horas de mañana todos los argentinos deberán someterse al aislamiento social, preventivo y obligatorio» y que eso implica que a partir de ese momento “nadie se puede mover de sus casas”. En esa línea, agregó: “Esta medida la hemos tomado tratando de que los efectos de la economía sean los menos dañinos posibles”.
En relación a los próximos feriados de abril, Fernández anunció que adelantará el feriado del 2 de abril al 31 de marzo, mientras que el 30 de marzo se convertirá en feriado puente. “Es para que tengamos la posibilidad de quedarnos en nuestras casas”, señaló.
Asimismo, el presidente detalló que podrán estar abiertos “los negocios de cercanía” entre los que destacó a “los supermercados, los almacenes y las farmacias”.
“La Prefectura, la Gendarmería y la Policía Federal, junto con las policías provinciales estarán controlando quién circula en las calles” remarcó Fernández, y agregó: “El que no pueda explicar que está haciendo en la calle se tendrá que someter a las penas que prevé la ley. Vamos a ser absolutamente inflexibles”.
En este sentido, le pidió a “todos los gobernadores la máxima severidad”. “Vamos a ser muy severos, porque la democracia nos los exige”, agregó.
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