El Mate
Esa costumbre argentina
Una infusión, la bebida entrañable para tantos connacionales sigue ganando adhesiones. Porque el mate acompaña, promueve el encuentro, es amistad. Constituye un ícono de atracción turística en nuestro país y de alguna manera, en otras capitales de nuestra América del Sur.
Para su preparación se recomienda que el agua no este tibia ni hervida. Entre 70 y 80° C.
Luego, colocar yerba en el recipiente preferido en unas tres cuartas partes. Posteriormente se recomienda tapar con la mano la boca del mate y agitarlo durante unos segundos. Agregar agua y dejar reposar. Introducir la bombilla y comenzar a cebar. Se recomienda no mover la bombilla.
Puede ser amargo, dulce, se le puede adicionar miel, cáscara de naranja, limón, gajos de menta, poleo, cedrón, peperina, boldo, hasta una cucharadita de café…Y tantos otros ingredientes que surjan del paladar y la imaginación de los “materos”.
A pesar de todas las propuestas que existen hoy en día, el recipiente más indicado sigue siendo la calabaza. En cuanto a la bombilla puede ser de metales nobles ó alpaca.
La yerba mate, de acuerdo a estudios nutricionales, aporta vitaminas B1 B2 , alrededor de diez aminoácidos, hierro, magnesio, sodio y potasio. Asimismo se considera que puede incrementar el valor del colesterol bueno y al mismo tiempo, ejercer una actividad cardioprotectora.
Lo ideal es tomarlo amargo, en caso de optar por un endulzante, la stevia es la opción más natural.
Tiene efecto laxante y no interfiere en el sueño. En algunas personas, puede producir acidez.
Desde el Instituto Nacional de la Yerba Mate, se señala que los argentinos consumen cerca de 100 litros de mate por persona por año.
En un tramo de la jornada organizada por la Escuela de Nutrición de la Universidad de Córdoba y el Instituto de la Yerba Mate, destacados profesionales presentaron diferentes trabajos entre los cuales, se precisa que, no existe asociación entre el mate y diferentes patologías cancerígenas.
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