BOEDO NO OLVIDA / Hoy es el turno de HOMERO MANZI. ESQUINA NO, San Juan y Boedo
Continuamos con el ciclo Boedo NO olvida, basado en comentarios breves sobre los personajes homenajeados en el barrio, a través de placas alusivas. Hoy es el turno de HOMERO MANZI.
ESQUINA NO, San Juan y Boedo.
La ciudad de Añatuya, se encuentra situada a 197 km al este de la ciudad de Santiago del Estero, capital de la provincia del mismo nombre. Allí un 1º de noviembre de 1907, nace Homero Nicolás Manzione, hijo de Luis y Ángela Prestera, que había dejado la fábrica de zapatos de la calle México en Buenos Aires, para instalar en Añatuya, una fábrica de potasa y soda. Familia prolífera, eran 8 hermanos, de los cuales los mayores son enviados a estudiar en Buenos Aires, instalándose en la vivienda de los tíos Francisca y Domingo Prestera, calle Garay 3251. A Homero le llega el turno en 1912, haciendo los primeros grados de primario en la escuela pública de la calle 24 de noviembre 1536, terminándolos en la José M. Gutiérrez de La Rioja 1846 y Garro. Luego veremos que continúa con el secundario cursando los tres primeros años como interno en el Colegio Luppi de Centenera y Esquiú-Tabaré de Pompeya, terminándolo en el Nacional Mariano Moreno, de Rivadavia 3577, del que luego sería profesor. La revolución del 6 de setiembre de 1930, y su fervor yrigoyenista, truncaron su labor docente, como también su pretensión de ser abogado.
En su perfil siempre hubo el presagio del poeta no exento de sensibilidad social, tal su primera letra allá por el ’20 del tango “El pibe”, en concurso con su primo Oscar Prestera.
En el ’21 escribe la letra de su primer vals, al que le da música su amigo y vecino Francisco Caso y que tituló “Por qué no me besas”, se dice dedicado a Celina, hija del artista Agustín Riganelli. Antonio Sureda, otro amigo de los pagos de Garay y Pasaje Danel, le va a dar partitura a los valses “A su memoria”, “Valsecito de antes” y “Ensueño”. Y aparece su primer gran éxito en 1926 “El ciego del violín”, al que Cátulo Castillo y Sebastián Piana, le dan la música y el cambio de nombre por “Viejo Ciego”. El personaje, siempre bancado por su lazarillo, era Alejandrín, un no vidente que se ganaba el mango a la gorra tocando el violín en el café de la barra, San Juan y Loria, “Carpintero”
Como militante de la Juventud Yrigoyenista, rechaza activamente el golpe faccioso del ‘30. Las consecuencias no se hicieron esperar. No solo lo expulsan de la Facultad de Derecho, con la excusa de publicar en un sótano de Boedo, el libelo “Tribuna Universitaria”, opositor al usurpador José F.Uriburu, perder las cátedras de historia y literatura, en el Mariano Moreno y en el Sarmiento, y prisión en la cárcel de Las Heras.
Al salir del encierro se acerca a sus pasiones: el cine, comenzando a escribir en la revista “Micrófono” y Casilda Iñiguez, con la que contrae matrimonio el 31 de diciembre de 1931. El ’33 es muy importante en su vida, pues nace su único hijo Homero Luis Manzione (Acho) el 6 de marzo. Y aparecen las Milongas y Piana, “Sentimental” (1931) “del Novecientos” (1933), “Triste” (1936). “Pena Mulata” (1940) Con Piana hay una amistad fogoneada por otro gomía Cátulo Castillo, y así entre milonga y milonga, nace en 1933 el vals, “Esquinas Porteñas”, en 1934, año que adopta el seudónimo con el cual es conocido, Homero Manzi, “El Pescante” y en el ’43, el tango “De Barro”.
Llega el ’35, y junto con la mudanza a Tarija 3421 (único domicilio en Boedo), aparece FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) agrupación interna capitalina, opuesta a la orientación alvearista del Comité Nacional. Y FORJA (yrigoyenista, nacional, popular, democrática y latinoamericana) lo tiene a Homero, junto a Arturo Jauretche como dos de sus iniciadores. Por afuera, el gran investigador es Raúl Scalabrini Ortiz, (se incorpora oficialmente en el ’40, cuando se abandona el requisito de afiliado radical) que le da a FORJA un arma nueva, la denuncia.
El 29 de junio de 1935, se funda FORJA, y es MANZI, que da su primer discurso, dónde, en el Teatro Boedo, ubicado en el 949 de la calle-barrio. En el ’37, se muda a la calle Oro 3034, Palermo, cerca de otro de sus grandes metejones, los pingos. En el ’39, renuncia a la ficha del Comité Radical, por no compartir la orientación alvearista.
En el ’40, se une a Ulyses Petit de Murat, comenzando una escalada de éxitos en libros cinematográficos, comenzando con el guión de “Con el dedo en el gatillo”, luego vendría “Fortín Alto” (1941), “El Viejo Hucha” (1942), “La Guerra Gaucha” (1942), “Todo un Hombre” (1943), “Su Mejor Alumno” (1944), “Pampa Bárbara” (1945). La relación profesional con Petit de Murat, dura hasta 1947, que por diferencia políticas se distancian. No obstante, Homero continúa escribiendo, así nace “Pobre mi Madre Querida” (1948) “El Último Payador” (1949) y su último libro cinematográfico “Escuela de Campeones” (1950)
En el ‘42, participa de la fundación de Artistas Argentinos Asociados.
En el ‘48, gana las elecciones y pasa a ser presidente de SADAIC.
En las elecciones nacionales del ’46, adhiere a la Unión Democrática, pero luego, como yrigoyenista pensaba que Perón era continuador de la obra inconclusa del caudillo radical, apoyándolo. Por tal motivo es expulsado del partido radical. Homero hace por radio su descargo, en su famosa, “Tablas de sangre del radicalismo”.
Haciendo la aclaración, que las obras mencionadas de Manzi y sus acompañantes en las partituras, es simplemente enunciativa, no taxativa, dado la extensión de las mismas, y el escaso margen en el presente trabajo, se menciona, los tangos:
1941: “Manoblanca” (A. de Bassi), Malena (L.Demare)
1942: “Barrio de tango (A. Troilo), Ninguna (R. Fernández Siro)
1943: “Tal vez será su voz” (censura a “Tal vez será mi alcohol” L.Demare), “Mi taza de café” (A. Malerba)
1944: “Solamente ella” (L. Demare)
1945: “Fuimos” (J.Dames)
1948: “Sur” (A. Troilo)
1951: “Discepolín” (A. Troilo)
Homero Manzi, fallece un 3 de mayo de 1951. “Esto no tiene reposición”, batió Barquina (Francisco A. Loiácono)
Bibliografía:
“Sur, Barrio de Tango” H.Manzi. Ed. Corregidor)- “Te Imagino Homero” (R.Lopa. Ed.Agebe. 2010)
Ricardo Lopa
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