Calles porteñas, solo un 3 % de ellas poseen nombres de mujeres
Las mujeres siempre han tenido un papel predominante en la historia argentina aunque esta haya sido oculta.
Detrás de hombres valientes, sosteniéndolos, siendo inspiración de grandes poetas o protagonistas en la imaginación de algún escritor famoso, ellas mencionadas o no fueron participe de la construcción de una nación.
Sin embargo el reconocimiento no siempre llego. En la Ciudad de Buenos Aires solo el 3 % de las calles porteñas reciben nombre de mujer. Es decir que de las 2165 arterias de la Ciudad solo 59 llevan algún nombre femenino.
Una cultura machista que se popularizó según los historiadores que afirman que son los vecinos de los barrios quienes se muestran en algunos más casos más reacios a los cambios.
Los nombres p son de predominante son de generales, capitanes los cuales llegan a ascender a 336, juristas con 127 menciones, políticos 85,f echas de batallas 76 y escritores 67.
Por supuesto que también figuran nombres de países ciudades, sacerdotes, marinos, médicos y deportistas.
Los nombres insólitos también aparecen tal es el caso del pasaje Caperucita en Parque Chacabuco o El Alfabeto en el Parque Centenario o el Refrán en Parque Patricios.
Si bien actualmente la figura femenina adquiere importancia social y sus virtudes son reconocidas, en el pasado no siempre fue así.
Según los historiadores a mediados del siglo XIX e incluso principio del siglo XX el rol de la mujer era secundario. Justamente fue en estas épocas donde comenzaron la creación de calles y se le asignaban nombres de acuerdo a la importancia que la sociedad le daba a ciertas figuras.
Claro que existieron casos de mujeres como Manuela Pedraza, Juan Azurduy, Remedos de Escalada o Martina Céspedes que supieron trascender el machismo social imperante en la época.
Sin embargo ni siquiera sus nombres figuraban en la lista de posibles nombres de calles hasta 1995, año en que comenzó la movilización por el reconocimiento de la figura femenina en la sociedad.
Solo el nombre de la Avenida del Trabajo cambio por Eva Perón en el año 1991 debido a la fuerza social que presiono por la figura de la ex primera dama.
En 1995 mediante una resolución del ex Concejo Deliberante, las calles de Puerto Madero, el barrio más joven de la Ciudad fueron bautizadas con nombres de mujeres sobresalientes de la Sociedad. “Noté que las calles se prolongaban del otro lado del corredor Madero-Huergo con el mismo nombre que tenían, es decir, Viamonte, Perón, Sarmiento o Belgrano. Les propuse a los bloques parlamentarios de aquellos años que las calles y espacios públicos del nuevo barrio tengan nombres de mujeres. La aceptación fue unánime”, recuerda Leticia Maronese, autora del libro Mujeres y calles, Nomenclatura porteña y ex integrante de la Comisión Permanente de Nomenclatura Urbana.
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