¿Qué culpa tiene la cebolla?
Parece de no creer, pero siempre, como dicen en el barrio”hay un roto para un descosido”. Junto a la necesidad imperiosa de un chivo expiatorio…Y los recuerdos de aquel juego de la infancia, tantas veces compartido, que decía: “Yo señor? No señor! pues entonces, quién lo tiene? El Gran Bonete! sin duda, se llevaría varios premios y galardones en nuestro país.
Leía, no sin inquietud, un informe acerca de los millones de kilos de peras y manzanas (calculan alrededor de 400) que no podran ser cosechados en Neuquén y Río Negro. Los motivos? un combo bien completo. Por un lado, las medidas oficiales complementarias que no llegaron, por otro, la devaluación del Real y la caida de las exportaciones.Panorama desolador, que también enfrenta el desequilibrio que significa, el aumento en los costos y la disminución de los precios internos.
La mayoría de los pequeños y medianos productores de la zona se encuentran endeudados.
Cabe destacar que en las últimas semanas la cebolla, popular planta herbácea, sabrosa a la hora de la cocina, dueña de numerosas propiedades que llegan hasta la mismísima salud, se transformó en un alimento de lujo. Su valor pasó de 5, 6, 8,20 pesos a 45 y 48 pesos.
De acuerdo con la ONG Consumidores Libres, desde el primero de enero al 15 de agosto de 2015, el incremento fue del 222,11 por ciento.
Los motivos?el atraso cambiario, menor demanda externa y las copiosas lluvias padecidas en numerosas áreas de su cultivo en Río Negro, Mendoza, Buenos Aires y Santiago del Estero…
Para tratar de compensar el inconveniente, el gobierno dispuso importar cebolla desde Brasil y Nueva Zelanda.
Varias entidades defensoras de los consumidores, por su parte solicitaron no comprar hasta que su valor se equilibre, teniendo en cuenta la normalización de las condiciones climáticas. El Mercado Central también recomendó disminuír temporalmente el consumo.
¡Habrá que acostumbrarse a una ensalada mixta de lechuga y tomate!
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