INICIO BOEDO Preocupa la falta de vacantes en Jardines maternales de Boedo.
Preocupa la falta de vacantes en Jardines maternales de Boedo.

Preocupa la falta de vacantes en Jardines maternales de Boedo.

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A un mes de cerrar un ciclo lectivo escolar, los padres manifiestan su preocupación por la falta de vacantes a la hora de pre-inscribir a sus hijos en los jardines maternales de la zona. Preocupación y la necesidad de trasladarse a otros barrios en busca de vacantes.

A sólo un mes de finalizar un ciclo lectivo, las pre inscripciones para un nuevo año comenzaron. Largas filas de madres preocupadas por asegurarse un lugar para el próximo año en los maternales de la zona y una sola respuesta: la falta de vacantes y los cupos limitados de las salas de niños menores de 4 años.

La ley argentina 27.045 establece la escolaridad a partir de los 4 años de edad. Sin embargo, la situación económica de las familias, y la necesidad de reinsertarse a la cotidianidad laboral, obliga a las madres a dejar antes de los 4 años a sus hijos al cuidado de otros.

Desde los 45 días hasta los 3 años, las madres optan por jardines maternales en sus diferentes modalidades.

Los jardines maternales del Gobierno de la Ciudad, suelen considerarse un aliciente a la hora de ahorrase los costos que significan los Institutos Privados. Sin embargo son pocos lo que se encuentran en la zona y con vacantes muy limitadas, lo que obliga a las familias a buscar rápidamente alternativas nuevas.

En la actualidad, el barrio de Boedo cuenta con un total de 55 mil habitantes, un jardín maternal dependiente del estado y solo siete de gestión privada en la zona.

Nicolás Lo Ponte, director y propietario de “Crema y Chocolate”, jardín maternal con más de 9 años de creación en el barrio, aseguró que los cupos actualmente son muy limitados.
“Las salas de 1 y 2 años están colapsadas. Actualmente se trabaja con un total de 10 a 14 niños por habitación, con la presencia de una maestra y su auxiliar. La incorporación de más niños es imposible”, aseguró Lo Ponte, en su diálogo con NuevoCiclo.

Si bien las inscripciones comienzan en Octubre/Noviembre, los padres se acercan en el mes de Agosto para realizar consultas, y comenzar los trámites de pre- inscripción.

Según Lo Ponte, la salas de deambuladores, niños con edad comprendida entre los 12 y 18 meses, en marzo ya no tienen vacantes disponibles. Esto implica que los niños deban concurrir a otros jardines maternales de barrios cercanos, dado que en Boedo son pocas las opciones con la que cuentan.

Por su parte, Evelin Ventura, secretaria general de “La aldea del Buen Ayre”, aseguró que lo más usual es el sistema de jornada simple, cuyo valor ronda los $2300 mensuales, mientras que las jornadas completas suelen ser requeridas bajo situaciones de extrema necesidad temporal.

Según Ventura, las salas de 3 y 4 años son las que mayormente preocupan a las mamás. Actualmente las salas con niños de esa franja de edad trabajan con hasta 20 alumnos por división y tienen necesidades específicas muy diferentes pedagógicamente respecto a la sala de deambuladores.

Las diferentes propuestas pedagógicas y el enfoque educativo son algunos de los intereses más comunes de las madres a la hora de optar por un jardín maternal adecuado.

Muchas veces la falta de vacantes en el barrio de Boedo, obliga a las madres a trasladarse con sus hijos a jardines maternales del barrio de Almagro o Caballito, quienes cuentan con muchas más opciones a la hora de pensar en los niños de 45 días a 3 años de edad.

Según datos oficiales, provenientes de Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, la cobertura de la matrícula del nivel inicial creció 7.4% en la ciudad en sólo un año, entre 2013 y 2014.Las políticas educativas planifican la creación de nuevas escuelas que logren cubrir la faltante de vacantes en 2016.

Mientras tanto, los jardines maternales continúan siendo una deuda pendiente en el barrio de Boedo.

María Martínez

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María Martínez Periodista argentina con experiencia en medios televisivos, radiales y gráficos, proveniente del interior del país. En 2013 se trasladó a la Ciudad de Buenos Aires para llevar a cabo una especialización profesional. Desde entonces declara como residencia definitiva y permanente a la capital Argentina.