Los relatos salvajes de cada día…

…”La historia vuelve a repetirse” como dice aquel emblemático tango, pero “sin amor, ni la misma lluvia”…Sólo se trata de la reiteración de un comportamiento que lejos de sumar convivencia, genera un efecto contrario de alto poder destructivo, como lo podemos apreciar. Tal vez incentivada, tal vez no, lo cierto es que las calles y avenidas de nuestra Ciudad, entre otras localidades bonaerenses y de la Argentina en general se han transformado en un muestrario de cortes, piquetes en los últimos años. Caiga quien caiga, cueste lo que cueste, el “siga, siga” desvirtuo y vacíó de contenido cualquier reclamo genuino.

Cuando una persona no puede trasladarse de un lugar a otro, llegar al trabajo ó a una consulta médica en horario, etc, se encuentra privado de la libertad. No hay otra. Más allá de la conveniencia ó no de la protesta, de su legitimidad, esos son otros temas, quienes no participan, se encuentran en su más absoluto derecho a hacer su vida, pudiendo disponer de sus propios tiempos, sin ser rehen de ningún sector.

Para muestras… En las últimas horas, el reclamo de personal de seguridad de la Línea B de Subterráneos por despidos, provocó la interrupción del servicio de transporte público por más de diez horas.

Ventiseis personas, algunas de ellas ubicadas sobre las vías, impidieron el libre traslado de alrededor de trescientos mil usuarios de este popular medio de locomoción porteño. Cabe señalar que la medida de fuerza fue llevada a cabo dentro de las llamadas horas pico.

Otra manifestación con cortes, es la que llevan adelante los trabajadores de la empresa Avícola “Cresta Roja” por falta de pago y vaciamiento complica el acceso al aeropuerto de Ezeiza.
Por su parte, el Gobierno Nacional, trabaja junto a funcionarios del área de Justicia, sobre un protocolo de protesta social. Los objetivos: la previsibilidad de los reclamos y que éstos no afecten la libre ciculación.

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